El folklore, las costumbres y las tradiciones, forman la base para captar los perfiles históricos de un pueblo. Constituyen su riqueza cultural; hay que mirar al pasado para comprender el presente.

Desaparecidas muchas de estas tradiciones, nos quedaremos con las más representativas, alguna de ellas, gracias al interés de los vecinos, están resurgiendo. Entre ellas, destacamos:

El Belén

Foto: Aitor Ayesa

Situado en la Iglesia de Santa María, en la Capilla de la Inmaculada, sobre un tablado rodeado de ramas de pino y de boj, y enmarcado por un lienzo que representa la Sierra de Cantabria y un portal, se encuentra el Belén. Sus figuras de tela, madera y cuero son articuladas.

En los días festivos de Navidad, después de la Misa Mayor, estas figuras escenifican distintos momentos del nacimiento y vida del Niño Jesús. Al son de los villancicos danzan los pastores moviendo sus brazos y piernas, giran y se golpean entre ellos, mientras los carneros se topan haciendo sonar sus esquilas. El primer día de enero, se escenifica la prentación del Niño Jesús en el Templo, y el día de Reyes, la adoración de los mismos al Niño. Pasadas las fiestas de Navidad, el primer domingo de febrero se escenifica la huída a Egipto. Es una mezcla de relato bíblico y de leyenda.

En el año 1749 se constata la primera noticia expresa referente al altar del nacimiento.

Las esculturas de madera policromada que forman el Misterio están concebidas para componer un Belén tradicional, y carecen de resortes de movimiento; este eco obligo a rehacer los brazos de Maria para adaptarla a las escenificaciones que debieron iniciarse más tarde. Cabe deducir que estas piezas se hicieron para el referido altar del Nacimiento que se ponía en la parroquia de Santa Maria a mediados del s. XVIII.

El 'Altar del Nacimiento' que se ponía en la iglesia al menos desde 1749, fue reformado y probablemente ampliado por Domingo Bustero en 1767. A partir de esta fecha el montaje navideño además de mantener los valores simbólicos de los belenes tradicionales incorpora resortes de movimiento para teatralizar los principales pasajes de la infancia de Jesús.

En la actualidad el belén está formado por un conjunto de 73 piezas de las cuales la mayoría son de estilo rococó.

El telón que vemos hoy en día fue pintado en 1987 por el muralista vitoriano Jesús Crespo San Vicente .

Son los gaiteros quienes ambientan el Belén, pero en otras épocas, fue el coro parroquial, y probablemente en algunas ocasiones interviniera la banda de música de la villa.